
¿Cuántos intersexuales hay?
No resulta fácil saber con exactitud cuántos niños podrán beneficiarse de la medida de Alemania (un cálculo somero de hace cuatro años establecía que unos 400 bebés al año), ni cuántos intersexuales nacen al año en el mundo. Porque ese mismo cuidado con los matices, esa conciencia de que no todo el mundo es hombre o mujer, es necesaria también para definir bien qué es una persona intersexual.
"Intersexual" es un adjetivo cajón de sastre para incluir enfermedades o problemas médicos distintos, aunque con un denominador común: la persona intersexual nace con una anatomía sexual o reproductiva que no se corresponde exactamente con la definición típica de masculino o femenino. La controversia llega al decidir hasta qué punto un rasgo que se aleja de los dos sexos es suficiente por sí para clasificar.
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Hay una tercera respuesta para la pregunta más normal de los padres: el sexo de su futuro hijo. La biología está cuajada de matices que la burocracia no entiende y, aunque ser hombre o mujer es lo normal, hay que reservar la cautela para una mínima parte de casos en los que el bebé nace con una anatomía reproductiva o sexual que a duras penas encaja en lo claramente masculino o femenino. Esta semana, Alemania ha dado un gran paso para reconocer a ese tercer sexo, el de los intersexuales.
A finales de 2018, como muy tarde, todos los marcos legislativos del país habrán permitido ya que un bebé se registre como "ínter", "diverso" u otro término que describa su identidad de género en el Registro Civil. Y esa medida no implica solo que quien concibe los formularios administrativos se haya apeado por una vez de su espíritu cuadriculado, sino también ahorrarse operaciones innecesarias. Era habitual someter al bebé intersexual, con el apresuramiento que exigía la inscripción del recién nacido, a una intervención quirúrgica de asignación de sexo. Y, cuando menos, ahorrará procesos judiciales penosos para modificar los "marcadores de género" de una persona a lo largo de su vida (que aparece en documentos como la partida de nacimiento o el carné de identidad, donde figura el sexo consignado al nacer).

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